Hiroshi Ishiguro (Kyoto, 1963) es igual que su robot. O su robot es igual que él. El mismo pelo negro que enmarca el ceño fruncido y el rictus serio. Aun hecho de silicona, el Ishiguro androide también habla y contesta preguntas buscando las mismas expresiones que utilizaría un humano. Ese es el verdadero objetivo del Ishiguro real, el director del prestigioso Laboratorio de Robótica Inteligente de Japón: crear humanoides que puedan hacer las mismas funciones que un humano. "¿Qué hacemos con el resto de personas? ¿Ir al cine, hablar, ayudarnos? Pues eso mismo podremos hacer con un robot. Lo más importante es que serán alguien con quien mantener una conversación", asegura en una entrevista durante el congreso Congreso Español de Informática, en la sede del grupo de investigación BISITE de la Universidad de Salamanca.
El profesor de la Universidad de Osaka ha estado más de 15 años investigando sobre este tipo de máquina y ya no pone límites: ni de idioma, ni de tarea, ni siquiera de sentimientos. Ishiguro está convencido de que serán como nosotros, solo que mucho más listos. "Podrán aprender cualquier cosa porque son ordenadores, podrán acceder a su propia intranet y tendrán una memoria inigualable", asegura entusiasmado. Serán además, personalizables, todo dependerá de la programación que su propietario quiera darle. Vanguardista al extremo en inteligencia artificial, menosprecia la inteligencia de Siri o de cualquier asistente virtual por "su simple funcionamiento". Por supuesto que sus robots podrán hacer también ese tipo de funciones. En su utopía robótica todo es posible.
Fuente: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2016/09/14/actualidad/1473844821_428161.html
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